Era una relación de edificios, tanto
religiosos como civiles, pero este no figuraba en dicha relación, dado que se
encontraba en el núcleo urbano de Carabanchel, y por lo tanto extramuros. Está
datada a principios del siglo XIII, sobre el 1270.
Era, en su momento, la parroquia
de Carabanchel, bajo la advocación de Santa Maria Magdalena, pero al
desdoblarse la población de Carabanchel, en Alto y Bajo, producida a mediados
del siglo XV, perdió esta categoría, quedando como ermita y ahora como capilla
del cementerio, a cuyo muro esta adosada.
En su interior, se encuentra el
pozo del que se refiere que San Isidro realizó uno de sus milagros.
Kike Para – Ediciones El País.
Esta situada, entre el citado cementerio
de Carabanchel y el solar de la antigua cárcel de Carabanchel, y es la única
iglesia mudéjar de Madrid. Declarada BIC (Bien de Interés Cultural). Pues bien,
ni esto logra una protección eficaz.
Kike
Para – Ediciones El País.
Es uno de los males que se cierne
sobre los monumentos antiguos que tenemos en Madrid, incluso, sobre el
patrimonio que aparece en el subsuelo, casos como el del arranque del Canal de
Manzanares, (obras M-30), la Fuente de los 7 caños y el acueducto de Amaniel,
(obras remodelación Plaza Isabel II) y más reciente, el acceso de la estación
de metro de Gran Vía, o la aparición de partes de la antigua muralla, en distintas
obras.
No se consigue que Patrimonio
Nacional proteja estos restos, que son patrimonio de los madrileños, ni se consigue que lugares existentes sean rehabilitados y revertidos a los
madrileños, como el caso de la Finca de Vista Alegre, que como depende de la
Comunidad de Madrid, es suficiente con echarse la pelota de uno a otro, Comunidad de Madrid y Patrimonio Nacional, para no
hacer nada, como pasa en en la ermita de Carabanchel, entre el Arzobispado y el
Ayuntamiento de Madrid.
DOCUMENTACION E IMÁGENES: José Casado (JOSAMEZ);
IMÁGENES DEL INTERIOR: Kike
Para – Ediciones El País.